Description
Es frecuente, y muy explicable, que cuando se recrea la imagen de Lutero como escritor se piense en sus obras polémicas y doctrinales. Sin embargo, también regaló escritos de profunda espiritualidad como El Magníficat.
El año 1521 fue para él muy fructífero literariamente. Su exilio forzoso en el castillo de Wartburg, tras ser condenado por Roma, le permitió traducir al alemán el Nuevo Testamento y comentar el Magníficat. En esta tarea, Lutero experimenta el entusiasmo ante la grandeza de Dios, que se ha valido de una humilde mujer para realizar su gran obra: la encarnación del Hijo.
Y es que en María todo es don gratuito, gracia pura, felicidad que brota de la mirada divina. Al mirar de Dios se deben sin duda los destellos de contemplación que aparecen en El Magníficat y que tanto se acercan a las experiencias místicas de Teresa de Jesús o de Juan de la Cruz.
Completa este volumen Método sencillo de oración para un buen amigo, obra que testimonia el valor de la plegaria cotidiana en la vida del cristiano.