Description
«La beata Anna Katherina Emmerick contempló “la dolorosa pasión de nuestro Señor Jesucristo” y la experimentó en su cuerpo. El hecho de que la hija de pobre campesino, que buscó con empeño la cercanía de Dios, se convertiera en la conocida “mística de Munster” es obra de la gracia divina. En medio de su pobreza material poseía una profunda vida interior. Como nos impresiona su paciencia para soportar la debilidad corporal, así también nos impresiona la fuerza de carácter de la nueva beata y su sólidez en la fe.
Para ello sacaba la fuerza de la santísima Eucaristía. Su ejemplo abrió los corazones de pobres y ricos, de personas sencillas e instruidas, con vistas a una entrega amorosa a Jesucristo. Aún joy tyransmite a todos el mensaje salvífico: Con las llegas de Cristo hemos ssido curados (cf. 1 P, 24).»
Juan Pablo II, en la Misa de beatificación de Ana Catalina Emmerick; 3 de octubre de 2004